La locomotora Tony Parker comenzó a rodar en el primer segundo de encuentro. Pese a la defensa agresiva de los alemanes, los franceses consiguieron marcharse en el marcador gracias a su estrella con una ventaja de hasta ocho puntos en los primeros rodeos. En los últimos tres minutos, en cambio, los galos se permitieron el lujo de jugar sin el base de los San Antonio Spurs, que ya llevaba nueve valiosos puntos. Por los visitantes -le tocó tal honor a los germanos-, el mejor al comienzo fue el veterano Ademola Okulaja, que mantuvo al equipo gracias a sus rebotes (4) y a un oportuno lanzamiento desde más de 6’25 metros. Dirk Nowitzki, en cambio, se mantendría todavía en proceso de adaptación hasta el segundo cuarto. Y así fue. En los siguientes diez minutos despertó el mejor jugador de la última NBA con una exhibición que no acompañaron sus compatriotas. Tres canastas suyas propiciaron el empate nada más comenzar. Pero así también fue cómo se vio obligado a despertar el seleccionador francés, Claude Bergeaud, quien con el partido de nuevo igualado, requirió de Parker para que se repitiese la situación del inicio. Dos triples seguidos de Tariq Kirksay y Florent Pietrus abrieron un hueco que se haría a la postre insalvable para los blancos. La dirección de Parker, comandada por su velocidad y el marcado tempo del duelo, además de la aportación de sus compañeros, hicieron imposible los intentos de un desesperado Nowitzki por reconducir el partido. Él solo, con 19 puntos en la primera mitad (47-39), fue lo poco destacable de los alemanes. Alemania inició el tercer cuarto dispuesta a dar guerra, a darle la vuelta al partido. Una bandeja de Steffen Hamann colocó el marcador en un 47-45 que enloquecía al Madrid Arena. Pero entonces volvió a desaparecer un fallón Nowitzki -0 puntos en el penúltimo periodo- al que Dirk Bauermann no le dio un respiro hasta los instantes finales. Con éstas, los galos volvieron a alejarse en el marcador hasta la barrera de los 14 puntos tras un triple de Parker que con 18 puntos se situaba a uno de su gran rival. Y al final del cuarto, tras una gran defensa de los franceses y una absurda antideportiva de Jan Jagla, el electrónico se paró el 62-49. Restaban diez minutos, pero se convirtieron en un castigo para los alemanes. Intentos de Nowitzki, que seguía con su particular via crucis en el porcentaje de tiro, no sirvieron de nada ante un equipo roto, desmotivado, que cometió errores defensivos graves y faltas de concentración que denotan dar el partido por perdido. En estas, a seis minutos del final, Francia conseguía su máxima ventaja del partido con 18 puntos (69-51). Ahí terminó todo. Fue la cuenta atrás. FICHA TÉCNICA FRANCIA (26, 21, 15 y 16): Tony Parker (23), Gomis (0), Pietrus (12), Diaw (7) y Weis (2) –cinco inicial-, Turiaf (11), Ferchaud (6), Sangare (0), Kirksay (12), Diawara (5), Giffa (0). ALEMANIA (20, 19, 10 y 17): Hamann (8), Greene (2), Nowitzki (28), Okulaja (14) y Herber (7) –cinco inicial-, Femerling (4), Roller (0), Garrett (1), Jagla (2), Arigbabu (0), Demirel (0). ÁRBITROS: Muhvic (CRO), Bultó (ESP) y Coelho (POR). INCIDENCIAS: más de 6.000 personas en el Madrid Arena para ver el primero de los tres partidos de la jornada.