JUAN ANTONIO CASANOVA

New York Harlem Renaissance fue el primer nombre que tuvo que ponerles su creador, Bob Douglas, que quería llamarles Spartans Braves, a cambio de poder utilizar como pista el casino Renaissance. Jugaron por primera vez el 3 de noviembre de 19233 y ganaron por 28-22 al Collegiate Five, un equipo de jugadores blancos de instituto. Su primera temporada la cerraron con 38 victorias y 10 derrotas y a partir de ahí solían jugar un centenar de partidos al año y ganar el 80% de ellos. Para que salieran las cuentas, normalmente los sábados y domingos tenían que jugar dos veces al día.

Eran tiempos difíciles para los negros, sobre todo en los estados sureños. Además de los problemas que la segregación racial provocaba en la vida diaria, para empezar en el alojamiento y la manutención, no podían participar en las ligas profesionales, aunque no solía haber problemas entre los jugadores de una y otra raza y los equipos que las jugaban montaban muchos partidos contra los Rens porque eran un seguro de buena taquilla. Su estrella era William (Pop) Gates, que empezó cobrando 125 dólares al mes, más 3 de dieta los días de partido.

Continuamente de gira, de noviembre hasta abril, los Rens llegaron a ganar 88 encuentros consecutivos en la temporada 32-33, que acabaron con 120 victorias y 8 derrotas. La serie triunfal acabó con una derrota ante los Original Celtics. Durante aquella campaña se enfrentaron en catorce ocasiones y como los Rens ganaron ocho de ellas se les consideró el mejor equipo del mundo, condición que revalidaron un poco más oficialmente en 1939, al proclamarse campeones en la primera edición del llamado Torneo Mundial de Baloncesto Profesional, en Chicago. Muchos de sus jugadores volvieron a hacerlo en 1943, agrupados entonces en los Washington Bears.

En su última temporada, la 48-49, jugaron en la NBA como Dayton Rens. Se ha escrito que a lo largo de sus 26 años de historia ganaron 2.318 partidos y perdieron 381. Otros dicen que fueron 2.588 y 539 respectivamente. Es imposible establecer un recuento fiable. Pero no hay duda de que marcaron una época.