366 HISTORIAS - NOVIEMBRE 20
Estalla la guerra Maljkovic-Aíto (1991)
11/20/2016 - 8:59 AM
Está claro que al Barcelona no le salió nada bien el experimento de poner a trabajar juntos en 1990 a dos de los mejores entrenadores europeos: Bozidar Maljkovic en el banquillo y Aíto García Reneses en los despachos como mánager general. Nunca se entendieron y sus relaciones se fueron deteriorando rápidamente. Hasta el día de hoy, porque todavía no se hablan ni han vuelto a darse la mano.
JUAN ANTONIO CASANOVA
Hoy precisamente, 20 de noviembre, se cumplen 25 años del estallido de la batalla final de aquella guerra, cuando Maljkovic explicó que “Aíto ha hecho unas declaraciones sin ninguna verdad; tiene que buscar una iglesia para confesarse”, le calificó de “maestro a la hora de dar la vuelta a las cosas” y añadió que “en el club hay mucha gente que tiene miedo y depende de él”. En dichas declaraciones el técnico madrileño había acusado al serbio de no mostrar ningún interés por la artroscopia que se había practicado a uno de sus jugadores, Andrés Jiménez. “Yo, si algo va mal, intento arreglarlo, y no echar las culpas a los demás; pero éste es el sistema de nuestro entrenador”, había dicho Aíto.
Los hechos se precipitaron rápidamente. El día siguiente, tras una infructuosa reunión con los dos técnicos, el club abrió expediente a Maljkovic, que aquella temporada cumplía su segundo y último año de contrato y en la primera había ganado la Copa del Rey y llevado al equipo a la final four europea, pero sin poder acabar con el maleficio al que él había contribuido muy directamente desde Split. Mientras, el capitán del equipo, Nacho Solozábal, explicaba que “lo ocurrido no ha sido ninguna sorpresa”. Y un día más tarde la directiva del Barcelona decidió que Maljkovic no viajara con el equipo a Ourense. Manolo Flores, su ayudante, ocuparía el puesto. Lo presentaron como una sanción cautelar, pero todo el mundo sabía que no habría vuelta atrás.
Maljkovic, efectivamente, no volvió a entrenar al Barça. El 13 de diciembre firmó el finiquito. Pero no olvidó. Más bien lo contrario. Año y medio después, al día siguiente de ganar el Campeonato de Europa con el sorprendente Limoges (ver 21/XII), me dijo en una entrevista telefónica que “Aíto (que seguiría en el Barça hasta el 2002) y Alemany (Salvador, que era el directivo encargado del baloncesto azulgrana cuando la guerra) manipulan a los aficionados; tienen problemas mentales, de cabeza, y yo no”.